Enfrentarse a una oferta baja de una compañía de seguros puede ser frustrante. Sin embargo, hay varios pasos que puedes tomar para proteger tus derechos y negociar un acuerdo razonable.
En primer lugar, recopila evidencia para respaldar tu reclamo. Un caso ideal incluirá registros médicos, estimaciones de reparación, recibos de gastos relacionados con el incidente y otra documentación relevante. Cuanta más evidencia tengas, más sólido será tu caso.
A continuación, revisa tu póliza de seguro para entender tus derechos y los límites de cobertura. Esto te ayudará a determinar si la oferta que recibiste es justa según los términos de tu póliza. Considera buscar consejo de un profesional legal especializado en reclamos de seguros. Pueden brindarte una orientación valiosa sobre tus derechos y opciones de recurso. También pueden negociar con su compañía de seguros en tu nombre para asegurar un acuerdo más favorable.
Sé audaz y haz frente si crees que la oferta es razonablemente baja. Comunica educadamente pero firmemente tus dudas al ajustador de seguros, proporcionando evidencia para respaldar tu posición. Prepárate para negociar y considera hacer una contraoferta que refleje la verdadera extensión de tus daños.
Documenta toda comunicación con la compañía de seguros, incluidas llamadas telefónicas, correos electrónicos y cartas. Guarda registros de cualquier oferta, contraoferta y negociación de liquidación. Esta documentación puede ser valiosa si necesitas intensificar tu reclamo o emprender acciones legales.
Si las negociaciones se estancan o no puedes llegar a una resolución satisfactoria, considera métodos alternativos de resolución de disputas, como la mediación o el arbitraje. En algunos casos, presentar una demanda puede ser necesario para buscar la compensación que mereces.
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